La violencia contra la mujer se da cotidianamente en distintos espacios y es parte de una práctica sistemática que es mucho más común de lo que creemos. Desde la opresión y cosificación de sus cuerpos, la imposición de roles y modelos a seguir, hasta la desvaloración de sus vidas sólo por el hecho de ser mujeres, son el manifiesto de cómo se construyen y reproducen las relaciones de poder en este sistema patriarcal. La visibilización y denuncia de las prácticas machistas y abusivas es elemental para detener el entramado de violencia y desnormalizar un problema estructural que sigue presente en nuestra sociedad.
Publicado el 24/10/2018.