Ana Sugranyes: el derecho a la ciudad

Hoy los muros que guardan los intereses de grandes conglomerados económicos claman el descontento que mantiene viva la revuelta por 65 días. Cuando la ciudad se entiende como un espacio en constante movimiento y permanente transformación que hoy se desarrolla en una dicotomía de encuentros y desencuentros, de conflictos y convivencias, la bandera política del derecho a la ciudad la levantan comunidades que buscan construirlas a partir de la democracia y el ejercicio participativo de la ciudadanía, entendiéndola como un espacio donde se concentran el poder político, económico y cultural. En medio de sus calles, hombres y mujeres marchan por nuevas formas de habitar que no estén reguladas por el mercado, sino por la dignidad.
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