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Conjuros de Charly

Desde chica, Carolina Brown Vega y su papá tejieron una relación muy influenciada, musicalmente, por la cumbia. Un ritmo de raíz folclórica que, pese a circunscribirse dentro de las herencias propias de los sonidos de la Latinoamérica caribeña, contiene en su estética rasgos de las músicas indígenas y africanas.

Desde ahí, la cadencia cumbiera la llevó a formar agrupaciones como “Los demonios de Charly” y “La Gata Galactika”, agrupación musical de mujeres, formando parte del imaginario de la cumbia porteña y su innegable presencia en los cerros. Es su conexión con lo popular, con lo colectivo, lo que gesta la relación tan cercana y transversal de este estilo musical con el territorio, con el cuerpo, con la escucha de distintas generaciones.

La perspectiva femenina ha tenido un papel protagónico en las ideas que dan impulso a las composiciones de Carolina. Con textos que en su mayoría se gestan desde la autobiografia, la lírica que actualmente da contenido y sentido a la música de Los Conjuros de Charlie ambiciona también, desde lo colectivo, a subvertir los roles de género construidos desde la cultura e impuestos en la sociedad. Es descubrirse y descubrirnos al alero de las persuasivas armonías cumbreras y poner en jaque no sólo el machismo, la misoginia y los estereotipos, sino cuestionar todo un sistema que ampara estas formas de vivir y oprimir a las mujeres.

Lo de Conjuros de Charly hoy es reflejo de lo contemporáneo, del momento de la cumbia de protesta, de una música profundamente ligada a los sentires e indignaciones sociales, a las promesas incumplidas de Latinoamérica y sus heridas abiertas. Es su raíz popular, ligada a la cumbia colombiana tradicional y el sonido del acordeón, la que genera esta mixtura que recuerda a la cumbia argentina que desde la villa adquiere tintes más citadinos. Una cumbia rock con elementos villeros cantada por voces femeninas.

Abre esta sesión “Fábula neoliberal”, parte de las las frustraciones de Latinoamérica, conjurando desde las letras y el sonido esa conexión con un sentir que parece eterno, los embates del sistema a nuestros territorios. Le sigue “Lápiz de bolsillo”, ambas compuestas por Brown en Ciudad de México en 2013.

Este registro, grabado en la Sala de Arte Escénico de la UPLA en junio de 2019, cuenta con las interpretaciones de Carolina Brown Vega (guitarra y voz), Melissa Johnson Fernández (voz), Marco Silva Oteiza (guitarra), Tomás Lezcano Guerra (bajo), Alejandra Aguirre Tello (batería) y Fabián Ahumada Florez (acordeón).

Publicado el 22/07/2020.

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