De una sociedad neurotípica a una sociedad neurodiversa. Ese es el tránsito que debería comenzar a realizarse y que favorecería la adecuación de los ambientes que cotidianamente habitan niños, niñas, niñes, adultos y adultas que viven con condiciones del espectro autista (CEA) como Gabriel, que junto a su madre y cuidadora Sandra, se preparan para ingresar al Jardín Infantil “Arbolitos”.